lunes, 1 de febrero de 2010

le froid d'été


Tus brazos estuvieron para mantenerme a salvo durante el gélido invierno. Ahora el sol se asoma cada mañana e irradia su bondadoso calor, mas nunca había sentido tanto frío en toda mi vida.
Es como si tu cuerpo se hubiese vuelto de piedra y el roce helado me dejase paralizada y sin aliento.
Mas la realidad es aún peor, pues tu calor y tus brazos siguen intactos, pero abrigan a alguien más...

(el frío verano)

No hay comentarios:

Publicar un comentario