Hoy me sucedió al bastante irónico...
Actualmente me puse a escribir una especie de cuento, en el cual una niña va a nadar al mar en un momento determinado, y termina luchando por salir del agua, (obviamente su vida está en peligro en dicha situación).
La cuestión es que hoy fui al mar, y es la primera vez que nadé tan adentro... ¿Resultado? Creo haber gastado hasta el último ápice de mis energías para volver a la orilla.
Les puedo asegurar que el cuento va a sufrir una serie de cambios... sin duda no hay mejor forma de comprender las sensaciones y sentimientos de un personaje ficticio que ponerse en su lugar; literalmente.
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