domingo, 18 de septiembre de 2011

Desvaneciendo Maravillas

Continuamente le recrimino no haber apreciado la belleza del mundo. Actos condenadamente estúpidos e innecesarios cometidos debido a la falta de visión. La naturaleza es hermosa. El hombre es destructor, mas también puede ser el creador de las maravillas más destacables.

¿Por qué no observar eternamente las sombras creadas por los majestuosos árboles? ¿Por qué no escuchar el arrullo incesante del mar?

Porque hoy no es suficiente.

No es que la belleza se hubiera ido, sino que no era capaz de disfrutarla. Tan insípida era aquella existencia que no pudo con ella. Y hoy lo entiendo.

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