Un mundo encerrado por paredes frías
que no son escudos de hierro o acero,
sólo mentiras vanamente tejidas
con lana de agua, un triste aguacero.
La más fuerte coraza jamás construida
se ciega ante su interna oscuridad.
Hoy solamente ha pedido ser destruida,
ruega a la vida por una gota de piedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario