martes, 26 de octubre de 2010

~Háblame.


Mis labios estaban sellados. No importaba el esmero que pusiera en hablar, las palabras simplemente se quedaban estancadas, impidiéndome realizar el más mínimo sonido. La gente me miraba curiosa, extrañada...divertida. Se fascinaban ante mis intentos de comunicarme.
Intenté entonces expresarme con gestos, creyendo que sería una forma clara de transmitir lo deseado. Sin embargo, mis torpes intentos por hacerles comprender que algo me inquietaba no funcionaron, sino que únicamente sirvieron para alentarlos a observarme con mayor detenimiento.

Frustrada, suspiré mudamente y me arrodillé. Volví los ojos hacia un niño, que se había acercado más que los demás. Dejé caer una lágrima, y luego agaché la cabeza. Pude oír al pequeño susurrando

-Creo que la señora Mimo está triste e intenta decirnos algo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario