
porque una bomba siempre estará destinada a explotar. Nada pude hacer más que posponer lo inevitable; supongo que cavé sin percatarme, y ahora me encuentro saltando y cubriéndome para permanecer por siempre dos metros bajo tierra.
porque un corazón que no late aún puede romperse; pero aquel que se ha roto, ya no puede renacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario