Alguna vez sintieron ganas de hacer algo y a la vez nada en absoluto? El deseo de moverse y llevar a cabo algo fructífero, enfrentado a la sensación de estar lo suficientemente rendidos como para abandonar la idea al instante siguiente.
Cuando la mente se propone cambiar, pero todo lo demás parece ignorar aquella luz revolucionaria...
Y, lo peor de todo el asunto... el momento en que aquel maldito impulso simplemente se desvanece, muere, desaparece... dejando únicamente un desinterés inmutable pero doloroso.
Aquella luz que luchaba por abrirse camino y finalmente vencer la oscuridad es apaleada y se vuelve un efímero punto en el horizonte, que acabará por perecer.
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