
Poco a poco voy perdiendo la esencia de la razón que en un principio me había llevado a recorrer aquel camino.
Mirando atrás y no reconociendo a dónde voy, continúo desplazándome por inercia, sin real noción de qué me motiva a seguir avanzando.
Me entristece tener que reconocer que ya no soy quien era. O que jamás fui quien yo creía...
Mis huellas dejan marcas en el aire, mas pronto se desvanecerán, dejando nada más que la promesa del recuerdo.