miércoles, 28 de abril de 2010

Trabajo de Filosofía



A partir de palabras claves, se desarrolló una red conceptual, cuyo criterio de unión fue explicado brevemente a través de este video.

viernes, 23 de abril de 2010

martes, 13 de abril de 2010

Puerta Al Paraíso

Paso a explicar: Consigna: Escribir un cuento que tenga como núcleo la frase "Yo te llevaré al paraíso, donde el sol quema todas las preguntas"

Puerta al Paraíso (título altamente precario)

Corrió a esconderse bajo la cama, cerró los ojos y permaneció bajo la mayor inmovilidad que su agitado corazón le permitía.
Aún no comprendía por qué actuaba de ese modo, cuando situaciones como aquella le eran tan familiares. ¿Sería la cotidianeidad del hecho lo que hacía que la adrenalina, el miedo y la angustia se fusionaran de tal manera que se viera obligado a huir y temblar?
La puerta estaba cerrada, pero podía oír las voces con toda claridad. Sabía de memoria cada palabra; cada verso y cada línea de aquel eterno guión martillaban su cabeza y, por sobre todo, su alma.
¿Acaso las pesadillas no acaban cuando llega el momento de abrir los ojos? Mas había soñado lo suficiente como para ignorar su realidad: no había entonces un sueño del cual despertar.

Escuchó un repentino crujido, como el que hace un jarrón al volverse añicos. Nuevamente su corazón amenazó con abandonarlo y echarse a correr fuera de su cuerpo, tal era el golpeteo que ejercía sobre su frágil pecho.
Dos lágrimas asomaron, seguidas de un sollozo que no pudo contener.

A continuación, la puerta de la habitación sufrió una sacudida. Aferrado a sí mismo, se acurrucó cuanto pudo contra la pared, dando la impresión de que iba a autoconsumirse. Luego de un nuevo golpe, oyó la voz glacial a escasos metros de la cama.
De reojo alcanzó a ver una botella que caía al suelo y rodaba en dirección a él. No tuvo el valor para alejarla; ni siquiera intentó dar un segundo vistazo.

–Siempre es ¿por qué? ¿cómo? ¿cuándo?... Yo te llevaré al paraíso, donde el sol quema todas las preguntas. –gritó a modo de sentencia.

Inmediatamente después de aquellas palabras, oyó el mayor estruendo de su vida.
Todo sucumbió en un sepulcral silencio. No se atrevió a abandonar su refugio aún, más hizo un esfuerzo por abrir los ojos y observar... sintió entonces cómo su corazón, antes grande y escandaloso, iba empequeñeciéndose a medida que parecía hundirse en lo más profundo del abismo.
Dejó su escondrijo al instante, corriendo y arrojándose sobre el cuerpo de su madre. La abrazó con toda su fuerza, cerrando los ojos mientras acariciaba su pelo, que aún tenía aquel bonito perfume a rosas.
Sus labios dibujaron una melancólica pero exquisita melodía que invadió el aire al rozar la mejilla de aquella bella y delicada mujer. Con lágrimas en los ojos, la dejó y salió del dormitorio. Frente a él encontró al hombre que jamás olvidaría.

– Está en el paraíso ahora, ahí donde no necesitará formular preguntas... nada le preocupará ni lastimará. Ella está muerta, así que ahora es feliz. Y no te aflijas, todos acabamos allí. – y dicho esto, el hombre volvió a disparar.

lunes, 5 de abril de 2010

sophia


La sabiduría es la mayor arma de todo hombre, y la ignorancia su condena